La CGT no afloja: tras la derrota libertaria, amenaza con conflicto si Milei insiste con la reforma laboral
El revés electoral de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires reconfiguró el escenario político nacional. Con una diferencia de 13 puntos a favor de Fuerza Patria, el oficialismo quedó golpeado y la CGT lo sabe. Envalentonados por los resultados, los gremios más poderosos del país comienzan a mover sus fichas, apuestan por el crecimiento político de Axel Kicillof y advierten que no permitirán avanzar con una reforma laboral que implique pérdida de derechos.
El mensaje de las urnas y el nuevo rol de la central obrera
Desde todos los sectores de la CGT, tanto los más dialoguistas como los combativos, hay una lectura común: el voto en Buenos Aires fue un rechazo claro al ajuste del Gobierno nacional. Con ese dato sobre la mesa, los gremios se preparan para recuperar protagonismo y recalcular su estrategia.
Jorge Sola, secretario general del gremio de Seguros y uno de los nombres que suenan para liderar la CGT en noviembre, lo sintetizó así: “La victoria de Fuerza Patria avala las críticas que venimos haciendo. Ahora le toca al Presidente leer los resultados y hacerse cargo”.
Sube la tensión con el Gobierno: ¿vuelve el conflicto en la calle?
Aunque algunos sectores sostienen que la reforma laboral “pasa a un segundo plano”, otros creen que Milei no dejará pasar la oportunidad de avanzar, incluso por decreto. En ese caso, advierten, el conflicto sería inevitable.
Uno de los más duros es Juan Carlos Schmid, líder de Dragado y exconductor de la CGT durante el macrismo. Fue tajante al señalar: “Si el ajuste sigue, el horizonte es de conflicto”.
En la misma línea se expresó Abel Furlán, de la UOM, quien cargó fuerte contra el plan económico: “La mayoría rechaza este modelo de empobrecimiento generalizado. Hay una desprotección total a jubilados, estudiantes y personas con discapacidad”.
Kicillof, el nuevo imán político de los sindicatos
Con Milei debilitado, el gobernador bonaerense Axel Kicillof gana terreno como figura de referencia para el sindicalismo. Varios gremios ya comenzaron a mostrar señales de alineamiento, mientras se proyectan posibles escenarios para octubre.
Aunque por ahora no se habla de un nuevo paro general, la CGT apunta a sostener la presión desde la calle y desde las paritarias. No descartan nuevas movilizaciones si el Ejecutivo nacional insiste con imponer un techo salarial del 1% mensual o insiste con la reforma.
La disputa interna por la conducción de la CGT
En paralelo al juego político nacional, la central obrera transita su propia interna. En noviembre se renovará la conducción, y ya suenan varios nombres para reemplazar al actual triunvirato. La figura de Jorge Sola gana fuerza entre los dialoguistas, mientras que Schmid y Furlán cuentan con el respaldo de los sectores más combativos.
Más allá de los matices, hay una certeza: la CGT volvió al centro de la escena, y no piensa ceder terreno en un contexto de crisis social y política.